¡BIENVENIDOS! La Ceja - Antioquia

OCUPACIÓN DEL TERRITORIO


En los estudios realizados sobre La Ceja se afirma que los indígenas que habitaban estos territorios a la llegada de los españoles, eran los Tahamíes. Otros afirman que eran Los Arma. Sin embargo, estudios recientes de la arqueóloga Neyla Castillo señalan que el altiplano oriental estaba ocupado por: “una serie de comunidades agrícolas. El altiplano de Rionegro estaba poco habitado y las escasas viviendas existentes constituían especies de depósitos de productos que seguramente  utilizaban en el comercio con grupos del norte y la vertiente del Magdalena””.

Imagen Recuperada de Internet.

Vestigios descubiertos en la vereda el Higuerón dan cuenta de la presencia de población indígena de una comunidad aún no identificada.


La ocupación española del territorio que hoy se conoce como La Ceja se llevó a cabo a mediados del siglo XVI, cuando Álvaro de Mendoza, lugarteniente de Jorge Robledo, recorrió en 1.541 con sus expedicionarios el altiplano del oriente.


Desde principios del siglo XVII, pobladores de la ciudad de Antioquia y del Valle de Aburrá empezaron a desplazarse hacia el oriente antioqueño, en búsqueda de minas y tierras aptas para la agricultura y la ganadería. En 1.668 Cristóbal Ruíz de la Parra tenía un hato con más de trescientas cabezas de ganado vacuno y caballar. A él se le sumaron otros ricos propietarios quienes instalaron sus haciendas en dicho territorio. Con el tiempo las tierras de La Ceja pasaron a manos de los herederos de Ruíz, de los Echeverri y de la familia de Sancho Londoño, quien tenía su hacienda en el Paraje El Burro.

Imagen Recuperada de Internet.


En el siglo XVIII un considerable número de pobladores dependía de Rionegro. El 7 de diciembre de 1.789 el caserío fue elevado a la categoría de partido por auto del gobernador Francisco Baraya y La Campa, en tierras que luego donó María Josefa Marulanda, por esta razón se le considera a ella como fundadora de la localidad. Según documento firmado el 19 de mayo de 1.820 en Rionegro, la señora Marulanda donó el terreno para calles, dos iglesias, plaza y cárcel y vendió solares a los colonos.


En este mismo año se nombraron como primer juez pedáneo de La Ceja a Manuel Villegas, y como juez poblador a Pedro de Arango. Este último se encargó de distribuir las tierras donadas por la señora Marulanda, señaló las destinadas a la iglesia, el cabildo y trazó algunas calles y la plaza. Así mismo otorgó a los colonos tierras para cultivar en los alrededores del camino que conducía Popayán.

Imagen Recuperada de Internet.


En 1.815 época en se erigió la parroquia, el gobernador Dionisio Tejado le dio el nombre de Santamaria, pero rápidamente volvió a su designación de La Ceja del Tambo.


La vida municipal de La Ceja se inició en 1.855 y 14 años después en 1-869 La Ceja contaba con varios lugares importantes, además de la cabecera municipal; éstos eran: Vallejuelo, Medio de los Ríos, El Tigre y La Miel.


REFERENCIAS:


Colección de estudio de localidades CORNARE-INER, Municipio de La Ceja – Antioquia, Pág. 23, 24, 25 y 26.


CAMINOS


La Ceja fue y sigue siendo un cruce de caminos; en la colonia y el siglo XIX hacia el sur y Mariquita.

Imagen Recuperada de Internet.

A finales del siglo XVI existió un camino construido en 1.683, que después de comunicar a Rionegro con Arma, se dirigía al sur hasta Popayán. Por él transitaban pobladores y comerciantes que procedían de Quito, Pasto, Popayán, Cartago, Anserma y Marmato, pasando por Bufú en el rio Cauca. El recorrido duraba alrededor de un mes. La Ceja se constituyó luego en posada para los viajeros.


Otro camino colonial importante fue el que unió el interior de Antioquia con Mariquita, Honda y el rio Magdalena; en dirección hacia Bogotá. Este camino atravesaba  los municipios de Rionegro, La Ceja y Sonsón.


El 6 de octubre de 1.868 se declaró camino público el comprendido entre Medellín y Manizales, el cual pasaba por El Retiro.


REFERENCIAS:


Colección de estudio de localidades CORNARE-INER, Municipio de La Ceja – Antioquia, Pág. 39 y 40.


GUERRAS CIVILES SIGLO XIX

Dada su ubicación en el camino a Popayán y doble filiación política, La Ceja fue escenario de algunos enfrentamientos políticos durante las guerras civiles que caracterizaron al siglo XIX, especialmente las de finales del siglo. Unas veces eran liberales, otras veces los conservadores los enemigos de turno.

Imagen Recuperada de Internet.


La participación de los conservadores de La Ceja en la revuelta de 1.863 contra el gobernador liberal Pascual Bravo, fue importante con destacadas figuras su organizador el cejeño Gregorio Gutiérrez González y el coronel Cosme Marulanda que venía desde el sur junto con un grupo de conservadores marinillos y sonsoneños al mando de Obdulio Duque, revuelta en la que fue vencido Bravo en la Batalla de Cascajo.


Soldados cejeños y del suroriente antioqueño participaron en la guerra civil de 1.876, al mando del sonsoneño Braulio Henao.


En 1.877 el ejército liberal del general Valentín Daza penetró en la población apresando a los conservadores locales, al igual que al Pbro. Jesús María Marulanda después de cometer abusos y robos. Dos años después fueron de nuevo acosados por los hombres de José Domingo Restrepo quienes convirtieron las viviendas en cuarteles militares.

Imagen Recuperada de Internet.


En 1.879 los cejeños participaron en la defensa y desalojo de Sonsón, de los hombres del general Tomás Rengifo, quien venía de triunfar en el combate de Roblalito. En este acto se tomaron la población y se instalaron en el templo parroquial.


El 29 de junio de 1.885 el general Cándido Tolosa se levantó  con setenta hombres contra las fuerzas del gobierno, acantonadas en Rionegro; dos días después llegó a La Ceja y después de desalojar los hombres del gobierno, saqueó la población. Más tarde fue derrotado.


En el transcurso de la Guerra de los Mil Días, en 1.890, el general Elías Uribe Jaramillo y el coronel Manuel Antonio López derrotaron a los rebeldes liberales instalados en La Ceja y Rionegro.


REFERENCIAS:


Colección de estudio de localidades CORNARE-INER, Municipio de La Ceja – Antioquia, Pág. 75 y 76.


HISTORIA PARROQUIAL

Desde el siglo XVIII las haciendas más importantes de La Ceja contaban con su propia capilla, nucleadora de la población libre y esclava. En 1.740 se conocía la del Hato de Nuestra Señora de Chiquinquirá, demolida en 1.792. Otra fue la construida por don Sancho Londoño en la hacienda El Burro, en el camino a Vallejuelo. 

Imagen Recuperada de Internet.


En 1.777 el Pbro. José Pablo de Villa fundó en la finca Chaparral la capilla de Nuestra Señora del Carmen, la cual se derrumbó a finales del siglo.


La creación de la parroquia venía gestándose desde 1.790, cuando el padre de Villa, cura de Rionegro,  emprendió la campaña de levantar un templo y crear una parroquia; a este proyecto se le oponía el Pbro. José Joaquín González.


En 1.815 por decreto de Lucio de Villa, se ordenó la construcción de la parroquia, orden que fue suprimida el mismo año y ratificada en 1.818. El primer párroco fue Mateo Cardona, quien inició la construcción del templo y el cementerio. Le siguió el prócer de la independencia Pbro. José Ignacio Bernal (1.818-1.822). En 1.829 en visita hecha por Monseñor Garnica ordenó que ornamentos, imágenes y otros muebles que puedan servir a la iglesia parroquial se trasladen allí y ese mismo año se instituyó la fiesta patronal. En ésa época el Pbro. José Félix Mejía propagó el cultivo de la caña y el cacao.


En 1.820 se construyó la capilla de Nuestra Señora de Chiquinquirá en la plaza, la cual  se constituyó en el templo hasta 1.858 y fue restaurada en 1.866. En 1.989 fue declarado monumento departamental y en 1.991 patrimonio arquitectónico nacional.

Imagen Recuperada de Internet.


Durante el siglo XX  la parroquia perteneció a la arquidiócesis de Medellín hasta 1.957, cuando se creó la Diócesis Sonsón-Rionegro, y fue sede principal de Monseñor Alfonso Uribe Jaramillo, importante líder religiosos del oriente y de La Ceja en especial.


Párrocos del siglo   XX.


A los párrocos de La Ceja se le deben muchas obras de beneficio social; entre éstos mencionamos:


Tiberio de J. Salazar y Herrera, párroco entre 1.899 y 1.909. Este fundó el colegio de los Salesianos, e impulsó el colegio Gregorio Gutiérrez González; se preocupó por la enseñanza del catecismo a los niños, fundó la banda de música municipal con la ayuda de 20 vecinos, creó la sociedad de Temperancia, en la que los afiliados se comprometían a no beber licor y a pagar una multa en caso de violar el compromiso; impulsó la Sociedad Literaria y de Fomento llamada el Aula de San José, que tuvo un periódico manuscrito: el Ensayo, el cual existió hasta 1.907. Este párroco abandonó La Ceja cuando fue nombrado para Sonsón.

Imagen Recuperada de Internet.


El Pbro. Guillermo Gómez Restrepo, que continuó la obra del padre Salazar. Durante su ministerio llegaron las Hermanas Carmelitas y se fundó el colegio de los Salesianos.


El Pbro. Jesús María Piedrahita (1.914-1.944), que embelleció el templo y el cementerio, creó la Sociedad de Mutuo Auxilio San Antonio, adquirió una imprenta y editó 20 números de la Hoja Parroquial y el semanario La Espiga, que llegó hasta el número 189, en 1.918,  hasta donde se conoce; publicó también  novenas y trisagios. En 1.918 participó en la constitución de la caja de ahorros. Con la ayuda de sus coadjutores abrió la casa de Beneficiencia de la sociedad San Vicente de Paúl y la sopa escolar para ayudar a la alimentación de los niños pobres de las escuelas. Bajo su curato la parroquia adquirió el órgano y los cuadros del viacrusis.


Por voluntad del padre Piedrahita se cambiaron los nombres de algunas veredas: el Tigre por San José, Guaiquito por San Rafael, Chaparral por San Nicolás, Guamito por el Carmelo, Lonitas por Lourdes, y a Fincas y casas viejas por San Isidro.


Además de lo anterior, el padre Piedrahíta era un vigilante atento de la moral del pueblo. Si los concejos domésticos no obraban su púlpito era infalible para garantizar el acatamiento de la norma.

Imagen Recuperada de Internet.


El Pbro. Blas Jaramillo Mejía, que fue vicario ecónomo de La Ceja entre 1.944 y 1.947, después de la renuncia del padre Piedrahíta por vejez y enfermedad. Inició la restauración de la antigua capilla de la virgen de Chiquinquirá y la conservación de las antigüedades allí depositadas.


El padre Jesús Antonio Arias Londoño, que ejerció el curato hasta 1.955. Este comenzó la construcción del asilo de ancianos e inauguró la casa campesina. Fue nombrado delegado arquidiocesano para la comunidad de las Siervas del Santísimo y  Capellán de Las Carmelitanas de La Ceja.


El Pbro. Luis Enrique Hernández Rivera, quien se preocupó por desarrollar obras sociales entre los campesinos. Inició la organización del secretariado parroquial, vendió la casa campesina y adquirió otra propiedad para que sirviera de albergue, dormitorio, consultorio médico-dontológico, farmacia y salón de reuniones. Promovió la creación de obras de beneficencia como María Medianera, dirigido por las hermana Salesianas; dinamizó la sociedad de San Vicente de Paúl con la construcción de nuevas casas; fundó Caritas Parroquial; impulsó las acciones comunales, y en 1.962 fundó la Corporación Industrial y Agrícola Cejeña Coriace, a través de la cual se buscaba enseñar a los campesinos la diversificación de cultivos, y ayudarlos a la comercialización directa de productos. En 1.963 instaló una emisora parroquial para promover los valores sociales y recrear a los campesinos de las 18 veredas de la parroquia. Inició la decoración del templo del Carmen y la construcción de uno nuevo en San Cayetano, paso inicial para recrear la segunda parroquia. Su ministerio terminó en 1.955.


REFERENCIAS:


Colección de estudio de localidades CORNARE-INER, Municipio de La Ceja – Antioquia, Pág. 101, 102, 103, 104 y 105.


Copyright © 2022 LA CEJA and Blogger Themes.